Relacionar a las tribus con las distintas
problemáticas sociales de la actualidad tales como: discriminación, violencia,
disturbios en lugares públicos, entre otros
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Desde
inicios de la civilización la sociedad a formado grupos o tribus según sus
creencias y su religión, en la edad moderna también surgen tribus, mejor
conocidas como tribus urbanas, estas “tribus” son modas que han surgido en todo
el mundo de acuerdo con su vestimenta, sus gustos musicales, e incluso su
manera de ver la vida.
Estas modas o “tribus” urbanas empiezan a surgir principalmente con la música y
mentalidad de los años 70 en adelante. A partir del nacimiento de la música
rock en los años 70s la gente va formando sus “tribus” alrededor del mundo.
Los “Floggers” originarios realmente de Argentina, llamados así por la red
social “Fotolog”, son fanáticos de la música electrónica, tanto el escucharla
como bailarla, en general se caracterizan por una vestimenta colorida.
Los “Rockeros” se originan a partir de los 50s, el origen mas aprobado de la
música rock, se remota al jazz, la historia dice que un guitarrista del jazz
averió por accidente su amplificador, y este empezó a sonar con un tono
distorsionado, de allí nace la música rock. Los rockeros usan ropas oscuras,
aunque hay muchos géneros, que derivan del rock.
Los “Emos” nacen también de la música rock, la palabra “Emo” viene de la
palabra en ingles “Emocional” que al español se traduce como “Emocional”. Los
emos son en exceso emotivos, y aunque hoy en día los catalogan con una
mentalidad suicida, se ha demostrado que no es así.
Los “Punks” nacen a partir de mediados de los 70s también influenciados por la
música rock, tienen una visión diferente del mundo, y creen firmemente en que
todo está regido por un sistema, es decir, todo.
INTRODICCION
Las tribus
urbanas comenzaron en los años sesenta, este término se acuñó por la formación de grupos, los cuales estaban en desacuerdo con
la política, religión y problemas de las sociedades, mostrando su disconformidad, vistiendo y actuando de
manera diferente, es decir, yendo en contra de la sociedad y de las
reglas establecidas, y manteniéndose al margen con su propia cultura o
ideología. En la ciudad de México este
movimiento de tribus urbanas, también conocido como contracultura,
comenzó en los años setenta y se dio a raíz del concierto de Avándaro el cual l
fue un concierto masivo de rock que
censuraron y las autoridades reprimieron a todos los jóvenes que
asistieron, por ello los jóvenes comenzaron a formar pequeños grupos que se reunían en distintos refugios y comenzaron a
tomar influencias de cultura extranjeras formando diversos grupos de
tribus urbanas
En la actualidad podemos ver muchas tribus urbanas en la ciudad de México, principalmente en el Distrito
Federal, ya que por lo general estos grupos se concentran en las grandes
ciudades. Las tribus de la actualidad han ido perdiendo su verdadera esencia
porque la mayoría de los individuos que
conforman las tribus urbanas se integran a ella simplemente por una
cuestión de estética (moda) o de sentirse aceptados en algún lugar, no porque
estén de acuerdo con su ideología o
conozcan su movimiento. Las tribus urbanas, por lo general, están
formada por jóvenes de entre quince y dieciocho años de edad aproximadamente,
esto es un punto muy importante ya que están en la etapa de la adolescencia, y
se dice que esta es la más conflictiva a nivel social y comienzan a
buscar una identidad. Por ello muchos
jóvenes se integran principalmente a estos grupos porque tratan de
sentirse aceptados estando con personas que piensen igual que ellos, vistan de
una manera que les guste o llame la
atención y se sientan identificados con cierto grupo. Críticos y
analistas aseguran que este fenómeno de tribus urbanas, es principalmente una
búsqueda de los jóvenes por una identidad,
la cual tratan de encontrar en estos grupos: “El vestuario, la música y ciertos objetos emblemáticos construyen
hoy una de las más importantes mediciones para la construcción
identitária de los jóvenes”
La identidad
es una construcción de carácter relación (identificación-diferenciación),
es decir, necesitan sentirse identificados con personas qué actúen como ellos o simplemente tengan la confianza y estén de
acuerdo con ciertas personas pero al mismo tiempo quieren que los
diferencien ya sea de los adultos o de otros jóvenes.
Esta búsqueda de identidad propia se vuelve colectiva ya que al copiar una
forma de vestir, de actuar, de pensar se comparte y se hace general en
el grupo. A comparación del pasado las personas que pertenecían a las
tribus no era por buscar una identidad o seguir una moda, ellos.
ESTRUCTURAL FUNCIONALISMO
Este
enfoque proveniente de lo que se ha denominado la sociología
estructural-funcionalista (eje de la desviación social), se inicia a
partir de los estudios de Ralph Linton (1942), quién “observando” a los
adolescentes norteamericanos en los colegios (high school), se va dando cuenta,
que éstos, están comenzando a construir un mundo separado al de sus propios
padres con sus propias normas y valores. La escuela comienza a transformarse en
el centro de la vida social de los jóvenes, en un espacio que origina una nueva
sociabilidad y una lógica propia.
Posteriormente otro
autor central de esta corriente, Personas, desarrollará en profundidad estas
ideas, legitimando el surgimiento de una “cultura juvenil”, cultura que
generaba una nueva conciencia generacional, que “cristalizaba en una cultura
autónoma e interclasista centrada en el consumo hedonista”, a pesar que ésta no
producía, por estar todavía en el aparato educativo. Esto lleva a Personas a
señalar, que la cultura juvenil se aleja cada vez más del trabajo e incluso de
la estructura de clases, ya que el acceso al tiempo libre por ejemplo, parece
cancelar las diferencias sociales entre los jóvenes, uniformándose la cultura
juvenil, en la medida en que se vinculan al mercado a través del consumo.
Se puede plantear, a
manera de crítica, especialmente al modelo funcionalista, que la situación de
los jóvenes en la sociedad no puede ser reducida a un mecanismo de integración
funcional, sino que se requiere el reconocimiento de la existencia de un sujeto
particular que se identificaría con orientaciones culturales generales y con
convicciones personales y colectivas ligadas a su propio quehacer.
A partir de esto,
como lo exponen varios autores, este sujeto joven abierto a los procesos,
enfrentado al fenómeno de la modernidad, queda expuesto a una serie de
situaciones: la absorción por la imagen o la exclusión sin salida; la
internalización de los signos de muerte como valores propios o la búsqueda de
una identidad que dé cuenta de las expectativas, valores y sueños ; tomar una
actitud de total pragmatismo con la realidad (atinar) o fundar un nuevo mundo
(adanismo) ; asumir conductas colectivas e individuales que se expresan a
través de mecanismos de agresión, compensación y resignación, para estar ahí,
para tener una ilusión de participar, porque eso es lo que los hace sentirse
virtualmente integrados en medio de la exclusión real, por falta de capacidad
real de compra .
Frente a estas
visiones surgen otras voces , nuevos enfoques para entender a los jóvenes, que
optan por la perspectiva de sujetos, lo que permite que ellos mismos se
caractericen 'como jóvenes de una nueva época', 'de otra era', o 'que están en
otra', asumiendo que ese 'otra' [estar en otra] a que hacen referencia evoca un
momento y un espacio determinado que tiene características propias, diferente
de los adultos, a sus sistemas de vida, a la autoridad, y a todo aquello que
represente los modos tradicionales de la vida social.